Heridas por aplastamiento
El
resultado varía con la extensión de la herida por aplastamiento. El
resultado es excelente para individuos por lo demás saludables que no
presentan choque, con lesiones que no exigen ventilación mecánica o
amputación, y si se requiere intervención quirúrgica menor o no se
necesita una operación.
Una herida por aplastamiento de un
miembro, que es demasiado grave como para efectuar reparaciones, origina
amputación del miembro aplastado a fin de prevenir gangrena la
recuperación después de la amputación puede ser completa; sin embargo,
es posible que sobrevenga la muerte por otras complicaciones del
síndrome de aplastamiento.
Las lesiones por aplastamiento pueden ser graves y devastadoras para el individuo, con deterioro y minusvalidez a largo plazo.
La
manifestación sistémica grave de traumatismo e isquemia que afecta a
los tejidos blandos (principalmente músculo estriado) se debe a
aplastamiento grave y prolongado. Esto lleva a incremento de la
permeabilidad de la membrana celular y a la liberación de potasio,
enzimas y mioglobina desde dentro de las células. La disfunción renal
isquémica consecutiva a hipotensión y perfusión renal disminuida,
origina necrosis tubular y uremia agudas.
Otras
complicaciones posibles son aumento de la coagulación de la sangre
(hipercoagulabilidad) que da por resultado trombosis venosa profunda y
embolia pulmonar, supresión inmunitaria que suscita infección en el
sitio de la herida o choque hemorrágico sistémico, y embolia grasosa que
genera falta de oxígeno en la sangre (hipoxia aguda). La presión alta
dentro de un compartimiento cerrado (síndrome de compartimiento agudo)
es una seria complicación del síndrome de aplastamiento.